Por Martín Riofrío Cordero
Y cuando desperté, el dinosaurio seguía ahí, atormentándome con sus
temibles colmillos y yo simplemente lo veía sin poder hacer nada... Cual
nervioso estaba, tome un gran madero y se lo lance, pero, no le causo daño
alguno, sin embargo mis intentos por sobrevivir eran débiles .
Cuando de repente vi una gran mezcla entre un lobo y un león gigantesco , el
cual venia a pelear y a zafarme de las poderos garras del gran dinosaurio, de
repente sentí una gran satisfacción al ver que aparentemente la gran criatura le estaba dando una paliza al dinosaurio , pero , aquel animal prehistórico
tomo represarías contra este, y se vino al suelo, el pánico me invadía y
justo en mis últimos momentos, aquella criatura clavo una espada al dinosaurio
el la espalda así dejándome libre y yo poder sobrevivir, yo quise agradecerle
a este, pero ya era tarde había desaparecido y yo me quede con la gran duda de
que realmente había sido. Fin.
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